Cientos de peces muertos aparecen en la Laguna de Bustillos, en Anáhuac, Chihuahua, donde se registra una sequía extrema que ya provocó un descenso en los niveles de ese depósito de agua; las autoridades trabajan en la limpieza de la zona para evitar problemas sanitarios en la región.
25 junio, 2024 |Texto: Elizabeth Carmona / La verdad| Foto: Blanca Carmona |Pie de Página| CHIHUAHUA. – Miles de peces flotan muertos en la superficie de la Laguna de Bustillos, ubicada en el seccional de Anáhuac, una localidad agrícola de este municipio ubicado en la región centro del estado de Chihuahua.
Los mosquitos los rodean, su zumbido irrumpe la tranquilidad del lugar y el fétido olor inunda el espacio. Son peces carpa y bagre.
Las autoridades locales aseguran que el calentamiento global y la sequía que azota la región son las principales causas de la muerte de los pescados.
“La temperatura de la Laguna sufrió un incremento y eso con la sequía hace que el cuerpo de agua vaya haciéndose más chico y pues hay muchísima cantidad de peces, eso hace que empiecen a perder el oxígeno y provoca esa mortandad”, explicó Saúl Sausameda Montes, presidente seccional de Anáhuac, donde se registra una sequía extrema, de acuerdo con el Monitor de Sequía en México.
La laguna se está secando y miles de peces se acumulan muertos en la zona. A su alrededor, decenas de personas ataviadas con un overol blanco, botas de plástico, guantes, cubrebocas y lentes trabajan en la limpieza de la laguna y su alrededor. El panorama es desolador.
Caminar a la orilla de la laguna sin pisar los peces sin vida es imposible, pues a lo largo de unos cinco kilómetros está lleno de peces sin vida, y el lodo seco advierte que ahí había agua. Las autoridades locales estiman que a diario se secan unos 300 metros.
Irma de la Peña, jefa del Departamento de Ecología de la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología de Cuauhtémoc, dijo que la capacidad de recarga actual de la Laguna de Bustillos es insuficiente para los peces, y están muriendo.
“La Laguna es nuestro regulador térmico y brinda muchos servicios ecosistémicos de los que nosotros dependemos. Dependemos de la Laguna y del acuífero, esta es una cuenca endorreica, se le llama así, es una cuenca cerrada, recordar que todas las actividades que nosotros realizamos dependemos de la lluvia y dependemos del agua que se saca del subsuelo”, explicó De La Peña.
Además de la sequía y el calentamiento global, hay otros factores que han afectado la Laguna de Bustillos, en menor escala, son la descarga de agua con heces fecales que durante varios años hizo el municipio de Cuauhtémoc, informó a su vez Claudia Gutiérrez Majalca, del Instituto de Ecología (INECOL), centro de investigación especializado en temas de ecología y medio ambiente del gobierno federal.
También mencionó a los químicos vertidos por la empresa Pondercel; la basura que tiran los pobladores a los arroyos que surten de agua a la laguna; así como la explotación de la cuenca de la laguna por parte de los fruticultores y la comunidad menonita, sumada a los residuos de plaguicidas, herbicidas y fertilizantes que llegan a este depósito natural de agua.
“Si hay contaminación de empresas, de la agricultura. La Laguna de Bustillos es un cuerpo de agua que sirve como cauce, es a donde llegan todos los arroyos del municipio, entonces si el arroyo lleva basura, si lleva agua de drenaje, etcétera, pues la laguna sufre contaminación”, mencionó.
Agregó que en el trabajo de manejo integral de la cuenca se está estableciendo la preparación de humedales artificiales para evitar que lleguen aguas negras a la laguna.
Ante la situación, la presidencia seccional de Anáhuac convocó a los ciudadanos de la región a trabajar de manera temporal en las actividades de limpieza de la Laguna de Bustillos de la muerte masiva de peces provocada por la sequía. Las acciones se llevan a cabo con el apoyo y asesoría de la Secretaría de Salud y la Sedena, se informó.
Habitantes de los ejidos Centro Calles y Vista Hermosa respondieron a la emergencia. Algunos de ellos acudieron ahí a pescar en Semana Santa, a finales de marzo, y ahora llegaron para ayudar a la limpieza y a enterrar los peces muertos.
Unas 50 personas formó una cuadrilla que se distribuyó en dos grupos; a cada persona se le entregó un overol blanco, botas de plástico, guantes, cubrebocas y lentes, para prevenir cualquier riesgo sanitario.
Tapados de la cabeza a los pies , con palas, rastrillos y varillas, hombres y mujeres realizan la tarea de recoger los peces para llevarlos a fosas de unos dos metros de profundidad, abierta por máquinas retroexcavadoras.
Cuando los peces se depositan en el hoyo se les lanza una capa de cal y luego se pone otra hilera, así hasta llenar las zanjas que sellan con una capa de tierra.
“Fueron demasiados pececitos los que fallecieron y qué lástima… está echado a perder, ya huele y los estamos arrastrando para que los echen a la fosa”, dijo una mujer que viajó media hora desde la ciudad de Cuauhtémoc para ayudar a enterrar los pescados.
En el primer día del operativo las autoridades esperaban enterrar unas 50 toneladas de pescado. La semana pasada los trabajadores del seccional sepultaron aproximadamente 20 toneladas, pero fue insuficiente debido a la magnitud del problema incluso hay temor de que la contingencia ambiental pueda convertirse en una emergencia sanitaria.
“Si estamos preocupados por la gente, la gente que vive aquí en los ejidos tenemos miedo que vayan a surgir enfermedades para ellos. Los mosquitos en la noche, dicen que son demasiados, que, el olor y los mosquitos nos pican mucho, que les empiezan a salir ronchas”, dijo José Luis Reyes encargado del operativo de limpieza.
Además, de enterrar toneladas de peces, personal de INECOL tomó muestras del agua de la Laguna de Bustillos. Utilizando un dron se tomaron varias muestras.
Una de las personas del grupo de INECOL quedó atorada en el lodazal y fue necesario sacarla con cuerdas.
Las labores de limpieza en la zona continúan bajo una alerta de calor lanzada por autoridades, por altas temperaturas atípicas previstas en la región que se pronostican que puede superar los 40 grados centígrados.
Esta nota fue publicada originalmente en LA VERDAD, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la publicación original.